Protegido por la UNESCO el Cabo de Hornos ocupa un lugar entre los destinos turísticos más venerados, y, sin lugar a dudas, lo hace por una buena razón. Y es que esta formación rocosa está salpicada por los océanos Atlántico y Pacífico (el propio Cabo de Hornos es un acantilado vertical de roca sólida de 30 metros) y, cuando las condiciones climáticas son extremas, los mares aquí son mortales. De hecho, durante el invierno, los vientos que aúllan alrededor del Cabo de Hornos tienen durante más del 30% del tiempo categoría de vendaval, lo que provoca el fuerte choque de las olas y unas difíciles condiciones antes de que el mar se abra hacia el Polo Sur.
Navegaremos a lo largo del Canal Murray y la Bahía de Nassau para llegar al Parque Nacional del Cabo de Hornos, donde desembarcaremos si las condiciones climáticas lo permiten. Australis se ha marcado como objetivo de desembarcar en el Cabo de Hornos al menos en el 85% de sus cruceros, por lo que, con suerte, tendrá la oportunidad de experimentar en su propia persona estas duras condiciones. El mítico Cabo de Hornos fue descubierto en 1616, durante años ha sido una importante ruta de navegación para veleros entre el Pacífico y el Océano Atlántico. Es conocido como el fin del mundo y fue declarado reserva mundial de la biosfera en 2005.